Rafael Duato Pol

Registro Compañía Nº 706 /Registro del Cuerpo Nº 17.510

Recordado en la 12º compañía de Bomberos de Santiago por su abnegación, compañerismo y eficacia, Rafael Duato Pol nació en Barcelona  tras la guerra civil española, por lo que prontamente sus padres decidieron venirse a Chile en busca de paz Así, en1952  la familia Duato Pol se embarcó a nuestro país.

Cuando Rafael tenía 16 años, su padre, don Luis Duato, fallece, generando un fuerte vínculo con su madre Carmen Pol, quien empezó a trabajar en modas.  Sin embargo, el joven no quiso ser una carga, por lo que dejó sus estudios e ingresó a la Editorial Universitaria, donde al poco tiempo- y gracias a su inteligencia- aprendió la técnica del fotograbado, actividad en la cual llegó a ser un verdadero experto.

En 1961 Rafael decidió ingresar a la 12º compañía de Bomberos de Santiago, hecho que mantenía a su madre constantemente a su madre angustiada por los peligros que esto podía implicar. Pese a ello, el joven 1.88 metros de estatura, mostró su compromiso con la comunidad señalando que “Si debo morir, moriré en cualquier parte. Pero si lo hago como mártir, la 12º llevará mi nombre. Yo seré el primero…”

Su amor por la Compañía no estuvo exento de contratiempos, pues pese a ser considerado como  un trabajador  responsable y cumplidor, fue despedido de la Editorial por asistir a cada llamada que recibía para cumplir con su rol de bombero.  Así, y sin querer dejar el uniforme, el joven abandonó su lugar de trabajo quedando cesante por largos seis meses. Sin embargo, su talento hizo que, tras medio año, fuese llamado para regresar a su cargo, pero está vez bajo una condición: dejar de ser bombero.

Motivado por su pasión, Duato jamás faltó a una llamada de incendio aun cuando no pertenecía a la Guardia Nocturna. Fue justamente un llamado durante la noche el que le arrebataría la vida.

El 24 de octubre del 1961,  Rafael concurrió a un llamado, siendo “de los primeros en llegar al incendio. Cuando los primeros carros se hicieron presentes, él había ya organizado la acción contra el fuego y durante casi todo el siniestro, su labor se realizó alejado del área de peligro. Repentinamente, Rafael se dirigió a uno de los castillos de madera, al parecer para trabajar con más facilidad”.

Pese a un compañero  le pidió que no se subiera, el joven pidió terminada de una vez con este incendio, “así nos vamos más pronto”, señaló. Sin embargo, cuando llegaba a lo alto del castillo de madera, se produjo el mortal derrumbe que lo lanzó a tierra, dejándolo aprisionado hasta la cintura.

Luchando por su vida, y mientras sus  compañeros bomberos intentaban rescatarlo, el joven solicitó agua, pero al llegar a su boca, falleció en el lugar. De este modo, Rafael Duato pasó a la inmortalidad, como el primer mártir de la 12º Compañía.

 

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